La tradición Shambhala parte de la base de que la bondad humana fundamental y la sabiduría trascienden cualquier cultura o religión. Es un enfoque laico, no religioso, que enseña la senda para alcanzar la valentía, la dignidad y la amabilidad, y encarna una esencia que ha existido en muchas culturas a lo largo de la historia. Shambhala se inspira en las enseñanzas del Buda además de maestros modernos, formados en el budismo tibetano: Chögyam Trungpa Rimpoché y Sákyong Jamgön Mipham Rimpoché.
Shambhala es una comunidad global de personas inspiradas por el principio de que cada ser humano tiene una naturaleza fundamental de bondad fundamental. Podemos desarrollar esta naturaleza –nuestra sabiduría innata– de modo que beneficie nuestra propia vida y nos ayude a enfrentar los múltiples retos de enfrentar al mundo.
Shambhala da la bienvenida a las personas de todos estilos de vida, de todas las fes y de todos los orígenes. Estas personas se reúnen a practicar la meditación, para estar juntas y celebrar a fin de desarrollar una cultura global que cultiva la dignidad y la cordura en medio de un mundo cada vez más caótico y acelerado.
Cada individuo, cada grupo y cada centro de Shambhala en el mundo están vinculados por las enseñanzas y el linaje de Shambhala, y forman una comunidad mundial que comparte una misma inspiración.
Shambhala en el mundo
Existen miles de miembros de Shambhala en todos los continentes. Tenemos comunidades en línea y más de 200 centros y grupos Shambhala, en las principales ciudades, pueblos y ambientes rurales de más de 50 países.
Además de la meditación, el estudio y las prácticas contemplativas, los centros y grupos Shambhala ofrecen enseñanzas de arte y toda una gama de actividades culturales y sociales para cultivar el estado despierto y la creatividad.
El corazón de Shambhala es universal y al mismo tiempo se expresa de maneras diversas a través de las distintas culturas locales.